Betaespera IV y resultado

14:43

Antes de nada quería pediros disculpas por no haber estado por aquí. Sé que algunas habéis seguido entrando y preguntando, os lo agradezco. El motivo de mi ausencia es que no me quedaban fuerzas para afrontas todo esto. De vez en cuando hace falta alejarse de todo un poco, por lo menos en mi caso, aunque reconozco que yo soy bastante radical y me encierro demasiado en mí misma, pero sentía que lo necesitaba.
Las pruebas no es que salieran mal del todo, pero tampoco salieron perfectas. Hablaré de ello más adelante, pero básicamente hicimos algunos cambios para esta transferencia en cuanto a medicación se refiere.
Me cambiaron el ácido fólico normal por Isovorin, y además añadimos Hidroxil (hasta la transferencia) y Clexane (la famosa heparina) Por supuesto como en los ciclos anteriores con Meriestra como protagonista.
Nos quedaban dos embriones congelados y esta vez hasta la ginecóloga estuvo de acuerdo en poner los dos. Cuando lo propuse me quedé un poco chof porque hasta ahora cada vez que lo proponía siempre ponían pegas, así que supuse que la probabilidad era baja.

Nos lanzamos a ello sin mucho ánimo. El día 24 de agosto, tras casi una hora de retraso, me transfirieron a mis dos pequeños blastos. Como diferencia así nada más empezar, cuando estaba haciendo el reposo de 15 minutos de rigor en la clínica noté un dolor de regla bastante fuertecito. No recuerdo que otras veces lo haya notado tanto. Le pregunté a la enfermera cuando vino a levantarme y me dijo que tomara Buscapina, que ya había tomado en otras ocasiones, para parar las contracciones del útero, y así lo hice durante cuatro días cada ocho horas.

Durante la primera semana no noté nada, pero en cuanto dejé Buscapina volví a notar el dolor de regla. Para rematarlo todo, a día 7 post transferencia sangré, me cayó un coagulo bastante rojo y feo. Y ya lo di todo por perdido.
Pero a diferencia de otras transferencias, esta vez no volvió a caer nada, se cortó rápidamente.
Esto fue un martes, y el domingo de antes, apenas unos días después de la transferencia empecé a sentirme algo rara. Algo dentro de mí me dijo que escribiera cómo me sentía y empecé a anotarlo todo.
Desde ese día dormía fatal. No aguantaba más de dos horas seguidas durmiendo, y por las mañanas estaba muerta. Además la ciática hizo acto de presencia y lo empeoró todo. Tenía muchas pesadillas y cuando salía a la calle me mareaba un poco, como si se me fuera la cabeza. También empecé a notar más hambre por las noches.



El 1 de Septiembre, 9 días después de la transferencia decidí hacerme un test de embarazo. Lo hice sin pensarlo mucho, en plan zombie recién levantada. Mientras me lavaba la cara me pareció ver una ligera sombra, y pensando que flipaba un poco me puse las lentillas lo más tranquilamente que pude. Efectivamente, había una sombra.
Rebusqué en mi armario hasta encontrar un test de sensibilidad 10 que tenía guardado para estas ocasiones y lo repetí. Sí, POSITIVO. Haciendo cuentas ese día estaba de 4 semanas, ya que los embriones tenían 5 días.
Todo me empezó a temblar, más por miedo que por alegría. ¿Qué iba a pasar ahora? ¿Y si lo perdía? ¿Y si era otro ectópico? ¿O un bioquímico?
Llamé a mi marido, y luego a mi madre, pero seguía histérica.

Fui haciéndome test diarios a pesar de saber que la hormona se duplica cada 48 horas, pero necesitaba ver que no bajaba.
Fue subiendo a buen ritmo.

Finalmente llegó el día de la beta.
¡¡¡¡¡1346!!!!!



You Might Also Like

0 comentarios

Twitter

Pinterest

Vuestros favoritos este mes