Como la mayoría sabréis, la punción en la que nos extraen los óvulos para fecundarlos más tarde en el laboratorio se realiza con una sedación para que no tengamos dolor en ese momento y para que no nos movamos en la camilla y les dificultemos el trabajo.

Aunque sea una sedación leve hay que hacerse las pruebas preanestésicas para evitar riesgos innecesarios.

Mi clínica de fertilidad me recomendó un hospital con el que supongo que tienen algún tipo de convenio, casualmente el mismo hospital que me operó con el segundo embarazo ectópico.

Y para allá que me fui. Y qué odisea...
El día citado, me voy a la sala de consultas, saco mi numerito, mi libro y me siento a esperar. Llevaban retraso, pero lo normal.
Cuando por fin me toca entrar, le doy el volante a la anestesista y le explico para qué es la prueba. Rápidamente me corta y me pregunta si le llevo hecho el electro. A lo que respondí "no, se supone que a eso vengo".
Resulta que ella se limitaba a revisar las analíticas (que sí llevaba) y el electro, pero tenía que llevarlo todo hecho, y en Ginefiv se olvidaron comentarlo. Además me dijo que ya era la tercera paciente de Ginefiv que atendía ese día con el mismo problema ¡qué bien!
Me dijo que fuera corriendo a preguntar en recepción si alguna enfermera me podía hacer hueco para el electro y que luego volviera y me colara entre consultas arriesgándome a que el resto de pacientes me odiara.
Salí corriendo hasta la otra punta del hospital y lo comenté en recepción hasta tres veces porque no se enteraba y por fin me dijo que me fuera a urgencias y vendría una enfermera.
Esperé 10 minutos en la sala de espera hasta que me llamaron para entrar, donde me atendió una enfermera algo borde que me pidió el volante de mi compañía de seguros. Le dije que el único que tenía era el que me había dado Ginefiv y respondió que no valía.
Aquí ya, desesperada, pegué un gritito diciendo que no me iba a ir hasta que me lo hiciera, ella se me quedó mirando fijamente y casi pude oír como se cagaba en todos mis muertos, y sacó volantes en blanco y me lo hizo ¿¿¿¿Tanto costaba????
Por fin suspiré y le pedí perdón, explicándole que venía corriendo desde la otra punta del hospital, que la anestesista se iba en media hora y que tenía que dejarlo todo hecho hoy. Pareció calmarse también y me trató mucho mejor desde ese momento, diciéndome que no era la primera vez que pasaba y continuamos hablando sobre la fiv mientras me hacía el electro.
En cuanto me lo dio volví a ir a la sala de consultas, donde después de dejar pasar a dos embarazadas que casi estaban para parir ya, me colé y por fin me pudieron hacer el informe.

Solo hay que responder a ciertas preguntas como peso, altura, tabaco, escoliosis, alergias, enfermedades, operaciones previas, etc... te miran la garganta para ver el tamaño del tubo que pondrán, me dijo que me tendría que quitar el piercing de la lengua -of course- y que ese día tendría que hacer ayuno total 8h antes de la punción.
También vio el pequeño bloqueo que tengo en el corazón, un problema con los impulsos eléctricos, pero me dijo que para la sedación no había problema. Papelito firmado y para casa.

Estresante no, lo siguiente.